martes, 7 de febrero de 2012

Comunicacion no verbal : La mirada

- Al escuchar, miras atentamente a los ojos de tu interlocutor para demostrarle interés y atención, mientras
que la otra persona suele desviar a menudo la mirada cuando te habla. Si nos miran fijamente al hablarnos
es fácil que nos pongamos nerviosos, sobre todo porque aparece el dilema de sostener durante demasiado
tiempo una mirada, frente a desviar los ojos, algo que puede ser interpretado como falta de interés. Después,
cuando te dispones a tomar la palabra, desvías la mirada un instante, justo antes de empezar a hablar, para
hacer ver que te dispones a dar una respuesta considerada y meditada. Por supuesto, la persona con la que
hablas no es consciente de todo esto, pero a un nivel sutil está captando todos estos mensajes y probablemente
tiene ya una impresión bastante favorable ti.

- Mientras estáis sentados en la terraza de un café, te alegras de que el día esté nublado, pues con esas
lentillas que te has puesto te molestaría demasiado el sol y sabes que las gafas también tienen algo que
decir. Tienden a producir una impresión negativa, sobre todo si son oscuras o con cristales brillantes,
ya que impiden el acceso a una fuente importante de información. Pueden dar la sensación de frialdad,
distanciamiento o falta de sinceridad, aunque también transmiten inteligencia, seriedad y autoridad.
La persona que te habla con gafas de sol oscuras está diciéndote lo inaccesible que es y lo difícil que lo
tienes para llegar hasta ella. Dan la sensación de gran reserva y rechazo a entablar una conversación,
aunque, por supuesto, puede tratarse tan sólo de inseguridad. A veces se utilizan como un modo de esconderse
ante la mirada ajena.

- El lugar hacia donde dirigimos la mirada dice también mucho. Cuando se trata de personas que acabamos
de conocer se mantiene la mirada dentro del triángulo formado por los ojos y la nariz, y entre amigos
se amplía ese triángulo para incluir la boca. Bajar la mirada por debajo de la cara tiende a interpretarse
como un mayor deseo de intimidad y puede hacer que una persona, sobre todo si es mujer, se sienta nerviosa
o enfadada al verlo como una insinuación sexual.

El tiempo durante el cual una persona mantiene su mirada puede darnos también algunas pistas.
Las personas inseguras la mantienen menos. Cuando se habla de temas personales disminuye el contacto
visual y cuando alguien nos elogia sucede justo lo contrario.



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